Pasión

y GASTRONOMÍA,

cuando el LUJO

tiene ALMA

Al caer la noche, la experiencia gastronómica le ofrece un viaje atemporal, tanto gustativo como sensorial. Más allá del entorno idílico, apreciará una cocina sobria, auténtica y sutil. Al frente, el chef Alexandre Mazzoni, un talento impulsado desde hace 8 años por el alma del lugar, impone su visión moderna de la gastronomía.La mesa del lugar es un verdadero escaparate de los productos locales que el chef decide sublimar con pasión, generosidad y refinamiento. Un cóctel explosivo. En un enfoque de circuitos cada vez más cortos, de compartir e intercambiar, los productores locales y sus especialidades ocupan un lugar destacado. Se le ofrecerá el preciado pescado recién obtenido de la playa del lugar, las mejores carnes locales y extranjeras, platos excepcionales realzados con esencias florales y vegetales, así como cítricos de la región. Todo ello en armonía con el vino de los mejores viñedos de la isla. La hospitalidad y el compartir forman parte de los valores sagrados de Córcega y, por supuesto, de la finca, como una oda a esta tierra rica en tradición culinaria.

MESA DE PLAYA

Relajación

y SABORES

DEL MAR

A la sombra de los pinos... Nuestro restaurante de playa, un auténtico remanso de paz, le invita a relajarse. A la hora de comer, el Chef le propone un menú «marino» efímero y evolutivo, fresco y chispeante, en función de la pesca del día. Aficionado a los circuitos cortos, del productor al plato, y al «producto por el producto», nuestro chef le hará redescubrir los sabores naturales de los productos, desde los más nobles hasta los más excepcionales. El pescado del Golfo, las carnes auténticas, la pasta y los raviolis con sabores locales le seducirán. Una cocina precisa, sin artificios, una verdadera garantía de calidad. Apreciará la esencia de Córcega en una sola comida, todo al borde del mar. Para un almuerzo al estilo Robinson Crusoe o simplemente para pasar una tarde que recordará, apreciará este escenario ideal para una escapada fuera de lo común.Para completar la jornada, descubrirá la cala cristalina de la finca a través de unas pequeñas escaleras de madera. Un verdadero rincón del paraíso, un espacio íntimo y preservado. La exuberante naturaleza que le rodea, donde los colores y los contrastes están a la orden del día, le sumergirá en un estado de serenidad y tranquilidad. Durante un día de ocio o durante su estancia, viva una experiencia atípica e inolvidable.